Desde que mi padre murió en 1985, sufrí terriblemente en la vida. En ese entonces, me alejé de una familia violenta que me causaba mucho dolor. Aunque estaba triste por la muerte de mi padre, sabía que por mi seguridad y sobrevivencia necesitaba romper con la violencia. También sentía en mi corazón que mi padre estaba observándome en espíritu, por lo que no me preocupaban mucho las dificultades que se veían venir. No sabía mucho acerca de problemas ancestrales, por lo que me até fuertemente al espíritu de mi padre, en lugar de aferrarme a Dios. Estaba atrapada en un círculo vicioso. Después de sufrir décadas de relaciones abusivas, problemas financieros, ataques de pánico y ansiedad, tuve el privilegio de encontrar a la SSRF.
En junio del 2012, cuando perdí mi trabajo, mi vida empezó a hundirse rápidamente. Encontré a la SSRF a través de Facebook la primera vez, pero no estaba preparada para hacer cambios en mis perspectivas. Sin saber todavía sobre los problemas ancestrales, pensaba que hacía bien en aferrarme al espíritu de mi padre, y no me sentía lista para dejarlo ir. En octubre del 2013 me mudé a una nueva ciudad y conseguí un nuevo trabajo. Sabía que necesitaba hacer un cambio en mi práctica espiritual. Mi intención era empezar una nueva vida, así que necesitaba desprenderme de algo pero no sabía de qué. Finalmente, en noviembre del 2013, encontré a la SSRF en Facebook otra vez, y comprendí que esta era mi segunda oportunidad. Por la Gracia de Dios, empecé práctica espiritual bajo la guía de la SSRF y en poco tiempo mi vida se transformó.
He estado haciendo práctica espiritual con la SSRF por 4 meses y ya he experimentado muchas bendiciones. Empecé con el canto y participando en Satsang. Mi práctica espiritual consiste en:
1) Hacer el canto del Nombre de Dios
2) Sacrificio del tiempo a través de Satseva (Servicio a Dios)
3) Práctica diaria de Hathayoga por las mañanas
4) Sacrificio de riqueza viviendo un estilo de vida simple y comprando los Textos Sagrados del sitio web de la SSRF
Mi práctica espiritual se ha convertido en mi estilo de vida. Trabajo tiempo completo y tengo un hijo de 18 años que he sacado adelante por mí misma.
En el poco tiempo que tengo haciendo práctica espiritual bajo la guía de la SSRF, he experimentado los siguientes cambios:
Tabla de contenidos
Cambios físicos
Mi piel se ha suavizado, se siente sedosa comparada con la piel seca y escamosa de antes. Mi cara la siento tibia y sonrosada como si acabara de hacer ejercicio; mis mejillas están sonrosadas y relucientes. Reduje la cantidad de maquillaje que suelo usar. He notado mi pelo suave, sedoso en comparación con el pelo quebradizo y opaco de antes. Ya no uso mucho la secadora pues me recojo el pelo en un moño casi siempre. Otro cambio que he notado es que mi cuerpo está regresando lentamente a su talla de mi juventud. (Nota del Editor de la SSRF: estos cambios a nivel corporal se deben a la Energía Divina adquirida a través del canto.)
Ahora disfruto de una dieta vegetariana. Encuentro muy interesante disfrutar la leche de vaca. Anteriormente no me gustaba beber leche. Es como si Dios me dijera lo que debo comer. Siento una gran energía positiva cuando como alimentos que son sátvicos. (Nota del Editor de la SSRF: Estos cambios han ocurrido debido al aumento del componente sattva en Marisa.)
Cambios mentales
Mi perspectiva en la vida ha cambiado radicalmente. Ya no estoy interesada en las cosas mundanales que la mayoría de la gente persigue como ser una carrera, viajes, y lujos. Disfruto del pequeño apartamento que comparto con mi hijo y mi perro. Inclusive ya no me gusta conducir. Disfruto más de caminar a todas partes o tomar un autobús, y estoy contenta con mi trabajo y mi pequeño salario. Noto cada vez más, que no necesito de cosas materiales para ser feliz en la vida.
Me he trasformado en una persona agradecida y llena de paz. Ya no vivo con miedo, pánico ni preocupación. Mi estado emocional está equilibrado ya que el amor y la gratitud descansan en el centro de mi ser.
Cambios espirituales
Empecé a sentir un amor interno por los demás, independientemente de cómo me trataran. Ahora siento amor aun por aquellos que han abusado de mí en el pasado. En el trabajo, cuando tengo algún conflicto con compañeros de trabajo o clientes, en vez de enojarme, me siento tranquilamente, acepto la situación y hago el canto. Sé que no soy perfecta ya que me impaciento con la gente que vive enfocada excesivamente en el mundo material; cuando pasa, inmediatamente empiezo a orar a Dios pidiéndole ayuda y entregándole esos pensamientos. En ocasiones experimento Beatitud y eso me ayuda a hacer el canto con más facilidad.
Estoy asombrada de cómo mi vida ha cambiado en tan corto tiempo. El pasado parece muy lejano. Ahora, a medida que vivo en paz, amor y gratitud he desarrollado un fuerte deseo de retribuir lo recibido haciendo Satseva (Servicio a Dios).
– Sra. Marisa Di Tommaso, Estado de Washington, Estados Unidos.