Es muy difícil saber si uno ha sido afectado o poseído por un fantasma. Se presentan señales indicadoras, pero a menos que uno tenga un entendimiento básico o haga un estudio de la posesión con el sexto sentido ni siquiera se dará por enterado de la posesión.
Hemos investigado el caso de una persona que abusaba de su esposa en las noches convirtiéndose en una persona muy diferente bajo la influencia del alcohol. Por la mañana, su personalidad regresaba a la normalidad y él se disculpaba profusamente o no recordaba la noche anterior. Esto es típico de la manifestación de un fantasma, sólo que las personas y sus familias no están entrenadas para asociar el comportamiento con la posibilidad de la posesión.
Por lo tanto, tener conocimientos básicos y conocimientos sobre el tema de la posesión, cuáles son sus señales, etc., le ayudan a uno a identificar intelectualmente si uno está poseído. Sin embargo, cuando el fantasma ha cubierto más del 50% de nuestra conciencia, es difícil para uno descubrir la presencia del fantasma.