Según la ciencia de la espiritualidad, no necesitamos un momento y lugar especiales para cantar el Nombre de Dios.
Las razones para esto son:
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Tanto el universo como el tiempo han sido creados por Dios y por lo tanto el principio de Dios está presente siempre en ambos. Así pues, se puede cantar en cualquier momento y lugar y tener acceso a Su divina presencia.
- Obtenemos asimismo acceso a la energía divina de Dios cuando cantamos Su Nombre, independientemente del tiempo que lo cantemos.
- Cantar mientras llevamos a cabo actividades diarias es superior a cantar sentado en un lugar, porque cuando cantamos el Nombre de Dios durante nuestras actividades, la continuidad de la práctica espiritual se mantiene. Como resultado, con la continua práctica espiritual de cantar el Nombre de Dios, mantenemos la comunión con Él en toda situación.
Algunas personas dicen que deberíamos despertarnos temprano y cantar durante el amanecer, porque el componente sutil puro (Sattva) en la atmósfera, es relativamente más elevado que en cualquier otro momento del día y por lo tanto se hace más fácil cantar.
Según la ciencia de la espiritualidad esto es cierto; sin embargo, cantar al amanecer aumenta el componente sutil puro (sattva) en nuestro interior solamente en un 0.0001%. Es más aconsejable para un aspirante de Dios buscar el momento en el que su canto se produzca con mayor calidad. De esta manera, si no estamos acostumbrados a levantarnos temprano, no es necesario que nos forcemos a hacerlo para hacer el canto.