Para poder entender este artículo, le recomendamos familiarizarse con los siguientes artículos:

• La estructura y funciones de la mente
• Introducción a los diversos tipos de fantasmas

1. Introducción: La influencia de los pensamientos negativos

En nuestros anteriores artículos, hemos mencionado que la mayoría de la población mundial está afectada por energías negativas (fantasmas, demonios, diablos, etc.) o podrá sentir sus efectos en los años venideros. También hemos dado el consejo de cómo reconocer y reducir el efecto de las energías negativas en uno mismo a través de sanación espiritual y práctica espiritual.

Uno de los beneficios de la curación espiritual y la práctica espiritual es que podemos entender la diferencia entre pensamientos que surgen desde nuestra mente subconsciente y pensamientos negativos que son generados por energías negativas (fantasmas, demonios, diablos, etc.). Una forma práctica de entender la diferencia es observar si estos pensamientos desaparecen o si su intensidad o frecuencia reduce después de hacer sanación espiritual.

Sin embargo, en los niveles iniciales de práctica espiritual puede ser difícil discernir cuál es la diferencia. Aparte de esto, cuando la influencia de la entidad sutil negativa es muy fuerte, puede necesitarse de meses o años de sanación espiritual y práctica espiritual para poder discernir de dónde se originaron los pensamientos negativos.

En este artículo proporcionamos una lista de ejemplos de diversos tipos de pensamientos negativos provenientes de energías negativas y de qué forma influyen sobre la gente. También explicamos cómo la influencia que tienen sobre las personas comunes difiere de su influencia sobre aspirantes espirituales de Dios. También se sugieren algunas respuestas y remedios junto con cada ejemplo.

2. Cómo las energías negativas incrementan los deseos y pensamientos negativos en la mente de las personas

Cuando las energías negativas (fantasmas, demonios, diablos, etc.) nos afectan incrementando los deseos y pensamientos negativos en la mente , generalmente sucede a través del siguiente mecanismo:

La energía negativa envía una orden directa a la mente subconsciente de la persona siendo el blanco el centro del instinto y el deseo. Por ejemplo: “Toma alcohol ahora”, “Come chocolate ahora”,  “Ve una película ahora”, “Escucha música ahora”, “Drógate ahora”, “Ten sexo ahora”. Como resultado, el deseo de actuar de acuerdo con esas instrucciones se manifiesta en la persona y entonces esta siente que necesita realizar esos actos.

Si la persona se resiste al deseo, o hay una protección divina, o si la persona siente algo de Conciencia Divina (Chaitanya) o Beatitud (Ānand), entonces las energía negativas  (fantasmas, demonios, diablos, etc.) incrementan la intensidad de la orden. Por ejemplo: “Come muchos kilos de comida; cómete toda la comida que haya en la casa”, “Ten sexo con 30 mujeres”, etc. (las órdenes puede que no sean exactamente como las ejemplificadas aquí, pero el principio de la orden y el sentimiento en la mente lo son).

Otro método que utilizan es enfocarse en el centro de los gustos y disgustos enviando un pensamiento en forma de una autosugestión como: “Me gusta el chocolate”, “Me gusta el alcohol”, “Me gusta la carne”. Entonces el centro del gusto envía una impresión para que la persona actúe. Un aspirante espiritual puede que no tenga desarrollado un centro de gustos y disgustos para ese tipo de cosas, pero aún sentirá que este centro de la mente subconsciente existe. Las energías negativas (fantasmas, demonios, diablos, etc.) hacen un esfuerzo mayor en este caso ya que la mente del aspirante espiritual tiene un centro para deseos sátvicos que combate estos deseos.

3. Cómo las energías negativas (fantasmas, demonios, diablos, etc.) incrementan los pensamientos negativos sobre uno mismo, sobre otros y sobre la espiritualidad

3.1 Pensamientos negativos sobre uno mismo

Como en el ejemplo anterior, la energía negativa (fantasma, demonio, diablo, etc.) que nos afecta a través de pensamientos negativos, es la que pone los pensamientos en nuestra mente. Es un principio similar pero la sugestión ataca los centros del intelecto, de identificación e interpretación.

Los pensamientos negativos que generan en uno mismo son por ejemplo: “Tú eres un mal aspirante espiritual, mereces sufrir, eres muy malo y no hay forma de que salgas de esto, la única solución para ti es que te mates, de hecho, deberías parar la práctica espiritual porque eres una persona muy mala.” Entonces el aspirante espiritual tiene el pensamiento en su mente de: “Soy un mal aspirante espiritual, merezco sufrir, no hay salida. La única solución es que me suicide, debo detener la práctica espiritual porque soy una mala persona.”

3.2 Pensamientos negativos sobre otras personas

El tipo de pensamientos negativos que las energías negativas (fantasmas, demonios, diablos, etc.) generan en nuestra mente sobre otras personas son por ejemplo: “Esta persona es muy negativa”, “Él tiene un ego muy grande”, “Lo que ahora está diciendo es ego”, “Esta persona es deshonesta”, “Te odia y quiere hacerte daño”. Usualmente esto es completamente falso. Se señalan cosas que no existen y parece que se vieran defectos y ego que en realidad la persona no tiene. Pero la impresión en la mente la genera la energía negativa y la persona afectada empieza a pensar así acerca de otros. De esta forma,  la mente de la persona afectada se nubla.

3.3 Pensamientos negativos sobre la espiritualidad

Los pensamientos negativos que las energías negativas (fantasmas, demonios, diablos, etc.) envían contra la práctica espiritual, incluyendo el servicio a la Verdad Absoluta (satsēvā) que realiza una persona, son por ejemplo: “La práctica espiritual es falsa”, “No hay un Dios”, “Dios te odia”, “El Gurú es falso y te está engañando“, “El Gurú/Dios quiere más a otros que a ti”, “No te están tratando justamente”, “El satseva que tú haces no es satseva”, “La difusión de la espiritualidad no puede suceder”. También pueden enviar dudas intelectuales para degradar la ciencia espiritual, por ejemplo: “La carne es buena porque contiene hierro”, “Si no comes carne caerás enfermo”, “La ciencia ha probado esto y la ciencia espiritual está errada”.

Las energías negativas (fantasmas, demonios, diablos, etc.) también envían pensamientos que distorsionan la ciencia espiritual para incrementar el comportamiento tamásico como: “Nada pasará si no te bañas o no limpias la casa, Estas son cosas materiales, Lo sutil es más importante así que no tienes que hacerlo”. O puede ser un pensamiento que induce a la práctica espiritual incorrecta como: “Debes sólo sentarte y hacer el canto y no hacer satseva porque hacer el canto está en tu interior y satseva es externo y a nivel material. Tú no necesitas hacer satseva ya que has llegado más allá de eso. Tú ya sientes Beatitud”.

En casos más extremos de distorsión de la ciencia espiritual, las energías negativas (fantasmas, demonios, diablos, etc.) pueden enviar pensamientos para llevar a la persona a pensar que un acto negativo es un acto positivo, por ejemplo: “Tú debes guiarte a ti mismo, al seguir a otros no estás conectado con Dios sino con otra persona, cada persona debe ser su propia guía” o “las drogas dan experiencias espirituales y las drogas son una buena herramienta espiritual para el crecimiento”. Con respecto a hablar a otros sobre espiritualidad, las energías negativas pueden también enviar pensamientos incorrectos acerca de cómo la espiritualidad debe ser difundida. Pueden generar pensamientos de hacer satseva y diseminar la espiritualidad a un nivel psicológico que puede llevar a cometer errores. También pueden crear pensamientos de juicio incorrecto sobre una persona (por ejemplo, enviar el mensaje de que una persona es un aspirante espiritual cuando no lo es, o lo inverso, que la persona no es un aspirante espiritual cuando sí lo es).

4. Cómo las energías negativas (fantasmas, demonios, diablos, etc.) incrementan los pensamientos de orgullo y ego

Para incrementar nuestros pensamientos de orgullo y ego, las energías negativas (fantasmas, demonios, diablos, etc.) envían pensamientos como: “Lo has hecho muy bien”, “Todos lo verán”, “Te elogiarán”, “Todos te están mirando”, “Te ves muy bien”, “Eres muy inteligente”.

Estos pensamientos negativos pueden ser sobre diferentes cosas, incluso sobre acciones mínimas sin importancia. En el caso de aspirantes espirituales, las energías negativas pueden hacer sugerencias más fuertes, por ejemplo: “Eres el más fuerte de todos”, “Eres el más listo de todos” y “Nadie en el mundo puede hacer esto mejor que tú”.

5. Cómo las energías negativas (fantasmas, demonios, diablos, etc.) crean pensamientos muy negativos y agresivos (pensamientos de romper cosas, pegarle a las personas, asesinar, violar o pensamientos similares)

Para que las personas cometan actos realmente agresivos, las energías negativas (fantasmas, demonios, diablo, etc.) las hacen imaginar el acto. La persona ya ve el acto sucediendo en su mente y luego es motivada a hacer lo que ha visto.

Aparte de la imaginación, las energías negativas pueden enviar un sentimiento de placer que se desprende del acto, es decir, hacen que la persona experimente un falso sentimiento de placer al imaginar el acto a cometer.

6. En resumen – pasos para reducir la influencia de energías negativas (fantasmas, demonios, diablos, etc.) en la mente

Desconocida para la mayoría de la humanidad, una gran batalla del bien contra el mal se ha estado librando en las regiones sutiles desde 1993. De tiempo en tiempo en la historia, las fuerzas sutiles del mal obtienen suficiente energía espiritual como para intentar establecer un reino demoníaco en el universo. Una de las formas de perturbar a la humanidad a través de esta batalla sutil, es sembrando pensamientos de comportamiento incorrecto que llevan a las personas a alejarse de la búsqueda del crecimiento espiritual, e incrementando los componentes Raja y Tama en el medio ambiente.

Dado que la mayor parte de la gente no se da cuenta de esta batalla, no sabe que estos pensamientos negativos que experimenta pueden ser generados por energías negativas en el mundo espiritual. Es sólo a través de la práctica espiritual regular que uno comienza a reconocer estos incidentes, aprende a superar sus efectos y a protegerse de ellos.