Cuando alguien con gran poder de voluntad tiene pensamientos negativos sobre una persona, animal u objeto, o siente envidia constante por el éxito ajeno, estos pensamientos crean vibraciones negativas. Estos pensamientos son fortalecidos por fantasmas y afectan de manera adversa a la persona sobre la que se tienen dichos pensamientos. Incluso si se trata de una persona que tiene fuertes pensamientos repetitivos de hacer daño a alguien, estos actúan como rayos laser porque toda la energía de la persona se concentra en los pensamientos.
Según la ciencia de la espiritualidad “la palabra, el tacto, la forma, el sabor, el olor y la energía asociada con ellos coexisten”. En este sentido, la Energía de la Voluntad de una persona envidiosa se transmite a la persona que causa su envidia, y siendo su pensamiento negativo, la energía negativa asociada es transmitida a la persona y afecta tanto a un objeto, un órgano, como a la misma persona. Por ejemplo, si alguien tiene envidia sobre un collar, su poder de voluntad puede afectar adversamente ya sea al mismo collar haciendo que se quiebre o al órgano relacionado con éste, es decir, la garganta. También, la persona afectada puede caer enferma.