Mi nombre es Auritro Mallick, tengo 27 años de edad, y soy originario de Houston, Texas (EE. UU). Desde el 2010, he estado haciendo práctica espiritual bajo la guía de la SSRF. Estudié ingeniería en la universidad, trabajando primero como ingeniero y después como profesor al egresar de la universidad. Contacté a la SSRF a través de su sitio web mientras buscaba temas relacionados con la Espiritualidad, y hoy la práctica espiritual es el centro de mi vida. Más abajo relato una de las experiencias espirituales que tuve y que me alentó a persistir con ella.

Había experimentado dificultades para dormir desde el año 2007. Mientras trataba de dormir, sentía una energía caliente moviéndose por encima de mi cuerpo, o pensamientos acelerados, y pesadillas, hasta que finalmente llegaba a conciliar el sueño. Mi padre solía decirme que si me concentraba podría conciliar el sueño, pero eso no funcionaba. Finalmente, cuando encontré el sitio web de la SSRF, me di cuenta de que las energías negativas podían ser la causa raíz del problema y entonces empecé a hacer el canto con dedicación siguiendo las recomendaciones para superar el malestar.

Disfruté del canto desde el inicio de mi camino espiritual, pero algo extraño que noté al principio fue que la energía espiritual que yo pensaba había obtenido durante todo el día con el canto, parecía desvanecerse al irme a dormir y al despertar cada mañana. Cada día batallaba para hacer el canto y desarrollar energía positiva, pero perdía todo de un día a otro. No entendía por qué me pasaba esto hasta que se me ocurrió leer un artículo en el sitio web de la SSRF que explicaba que dormir con los pies orientados hacia el sur es negativo espiritualmente y me di cuenta de que yo no había estado durmiendo de forma correcta desde hacía muchos años.

Cambié la orientación de mi cama, de tal forma que mis pies estuvieran orientados hacia el oeste mientras dormía, y sorprendentemente, esta sensación se desvaneció. La mañana después de que cambié la orientación de mi cama, mi canto sucedió fácilmente y sentí como si la energía que había ganado el día anterior todavía estuviese allí. En realidad, sentí como si la energía espiritual del día anterior estuviese creciendo. Además, me sentía más fresco y motivado, y la calidad de mi sueño mejoró. Desde entonces, en lo posible, he tenido el cuidado de dormir con mis pies mirando al oeste.