1. Experimentando la omnipresencia del principio Gurú
Mi esposa Rishita y yo estabamos mudándonos desde la India a Canadá en diciembre de 2003. Antes de partir, tuvimos la oportunidad de tener un satsang con su santidad (Dr.) Athavale. Durante el transcurso del satsang, Su Santidad nos mencionó que Él no requeriría una visa o un pasaporte para ir a Canadá ya que Él estaría siempre con nosotros en la forma no manifiesta del principio Gurú
Inicialmente, sentíamos incertidumbre acerca de varias cosas, tales como dónde viviríamos y cómo encontraríamos trabajo. Pudimos mantener la calma a pesar de esta incerteza gracias a nuestra práctica espiritual, pero seguíamos algo preocupados. Sin embargo, nuestras preocupaciones pronto se redujeron. El primer día después de haber llegado, encontramos fácilmente un apartamento con bajo alquiler. Sorprendentemente, el arrendatario necesitó de poco papeleo y los términos del contrato eran muy favorables. Una aspirante, Rajal, vivía allí y nos ayudó con la transición de nuestra mudanza a Canadá. Rishita también encontró un trabajo inmediatamente.
Ambos sentimos que todo esto era una confirmación de lo que su santidad (Dr.) Athavale había compartido con nosotros durante el satsang que tuvimos con Él. Ambos experimentamos cómo el principio Gurú está siempre presente junto a los aspirantes en cualquier lugar.
2. Experimentando la omnisciencia del principio Gurú
Durante uno de los talleres anuales de la SSRF en el Centro de Investigación Espiritual y Ashram, que queda en Goa, India, había escuchado acerca de las cualidades de un santo de nuestra organización. Una de sus cualidades era ir más allá de su existencia individual debido a que tenía un ego muy bajo. Tuve un intenso deseo de desarrollar cualidades similares, entonces le oré a su santidad (Dr.) Athavale para que me hiciera invisible y pudiera ir más allá de mi propia existencia. Más tarde, Su Santidad se reunió con todos los aspirantes que asistían al taller. Yo había asistido a estos satsangs en talleres anteriores como participante. Esta vez, cuando iba a asistir al satsang, un aspirante me dijo que yo debía hacer un satseva afuera de la sala donde se realizaría el satsang. Después de haber terminado el satseva, vi que en la sala no quedaban sillas vacías, así que tuve que esperar afuera y ocasionalmente me asomaba a la sala para echar una mirada al satsang. Como el satsang se estaba filmando, yo estaba interrumpiendo a los aspirantes responsables de la filmación, entonces me pidieron que me sentara detrás de la cámara para que no se me viera. Al final del satsang, mientras Su Santidad salía, Él me vio y tocando mi brazo me preguntó: “¿Has disfrutado el satsang?” En ese momento, experimenté completa quietud interior y me volví introspectivo. Esta fue una gran experiencia espiritual para mí y me hizo dar cuenta cómo el principio Gurú escucha todos y cada uno de los deseos de sus aspirantes.